Las empresas nacionalizadas no deben ser dependientes del ingreso fiscal del Estado, de otro modo, deben constituirse en mixtas u otro modelo productivo según su área estratégica.
Terminar con la convertibilidad o el control de cambio, que frena la importación de insumos a la industria nacional; para evitar la inmovilización productiva local y el exceso de liquidez, aumentando esto, la inflación y hasta el encarecimiento de las importaciones.
Revisar y seleccionar los bienes y servicios importados que puedan provocar una merma en la producción local y sujetarlos a tasas aduaneras equilibradas, hasta que se logre la paridad o competitividad efectiva de los productos nacionales con estos importados.
Poner fin al control de precios; para incentivar la producción nacional, aumentar progresivamente la oferta de productos y competir gradualmente con las importaciones; para que con el aumento de la oferta nacional se esté en capacidad de llegar a brindar en el exterior manufacturas acabadas y competitivas, es decir, exportar bienes y servicios excelentes.
El subsidio a productos de consumo masivo en las Misiones Sociales debe mantenerse hasta que por sí solo se equiparen con la oferta nacional, fruto de la reconstrucción del aparato productivo nativo y la recuperación de la dignidad humana de las mayorías, hasta ahora más desfavorecidas. Los beneficios económicos de la compra mayorista de estos productos subsidiados deben estar dirigidos preferentemente al mercado local.
Prohibición a los intereses del comercio externo que lleguen a descartar o sustituir productos locales. Defender el equitativo derecho que tienen los productos nacionales a los beneficios de una bidireccionalidad comercial con el mercado extranjero. Exigir en el exterior la eliminación de leyes y códigos deontológicos internacionales que impidan el ingreso de productos competitivos de los pequeños y medianos productores nacionales a los grandes mercados exteriores.
La autonomía del Banco Central de Venezuela (BCV), debe ser cada vez más consolidada, un ente como este, con esa característica, es generador de credibilidad, estabilidad, garantía y competitividad monetaria. Si se convierte en una dependencia del gobierno se aumentará el financiamiento inorgánico, la inflación y el riesgo país; la pérdida de la autonomía del Banco Central, conlleva al detrimento de la moneda y la consiguiente privación de su facultad de emitirla. Su resultado primario es: La colonización monetaria o el esclavismo moderno. El secundario: El sometimiento político. Finalmente: La tiranía religiosa.
Investigación y revisión de la deuda externa oficial y privada del país, para evitar expropiaciones a bienes y servicios venezolanos, por parte de futuros embargos cazados por la banca internacional.
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