Reformar el COPP (Código Orgánico Procesal Penal). Si hay elementos implicatorios en un delito, la justicia debe actuar autónomamente, sin necesidad de acusadores ni denunciantes, el indiciado debe ser juzgado y encarcelado por las pruebas que lo liguen a un delito y no necesariamente por la inculpación de sus víctimas. El denunciante, si lo hay, debe permanecer en secreto y el delator de este, le debe caber pena y si se trata de que el delator es un funcionario público, la condena debe ser mucho mayor; La justicia nunca debe exponer a la víctima.
El culpable nunca debe ser absuelto por la gracia o el perdón de sus víctimas y después que se le juzgue y condene, obligadamente se le debe reseñar en los diferentes medios de comunicación, para que la comunidad le conozca y tome sus previsiones.
No sobrecargar a las víctimas de delitos con la retención o retardo en la entrega de sus bienes recuperados.
Poner fin a la explotación delictiva de las leyes que privilegian a la mujer y el menor, corregir que su uso y aprovechamiento vulnere el orden establecido por la ley de parte de mafias e inescrupulosos.
Reformar la LOPNA (Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente), en muchos casos, su actual constitución es
aprovechada para el adoctrinamiento y formación ideológica de menores, situación precisada por el crimen organizado para su incursión delictiva; con el fin de amparar y aprovecharse de la inmunidad infantil y juvenil. Hay en Venezuela sicarios de 10 a 17 años de edad socorridos en esta ley; por tanto hay que separar las prerrogativas del maltrato infantil de la explotación criminal del niño y adolecente. Toda esta situación tiene atada de pies y manos a las instituciones y a la ciudadanía en general. De igual manera hay menores que agreden a sus padres y maestros, y aún estos menores son declarados como víctimas. Se deben separar las leyes del niño de las del adolescente, se debe crear agravantes y no tanta rigidez respecto al menor.
Se debe penalizar la irresponsabilidad y el exceso de permisividad familiar y aun la falta de autoridad paternal.
Hay que revisar la prohibición del envite y azar o el incremento desmedido de sus impuestos, prohibiciones y regulaciones extremas, que dan prioridad a las apuestas transfronterizas, que facilitan su monopolización a través de la televisión por cable e internet; de igual modo, la prohibición incrementa la clandestinidad y la afección pronunciada de los sectores más deprimidos, con la participación del menor. Se debe hacer una reforma legal de los juegos de envite y azar, ordenando su funcionamiento equitativo, sin aceptar preferencias que favorezcan oligopolios, es prioritario proteger al menor y a la familia, pero no permitir que en nombre de ellos se excluyan competencias de este mercado. El empresario que invierta en estos menesteres debe sujetarse a las normas establecidas y gozar de las ventajas como tal. Se deben crear códigos que faciliten el control, tributo, penalidad, inteligencia policial, y supervisión de los establecimientos que contengan estos servicios, se deben componer leyes que proporcionen la creación de un marco de seguridad que genere confianza a sus usuarios e inversionistas en toda la geografía nacional. Que los turistas, jugadores y financistas jamás teman ser tratados como unos delincuentes por las fuerzas públicas. Se debe prohibir la promoción de estos antivalores por los medios de comunicación masivos; estos medios solo deben ser usados por ellos para la publicación de sus resultados. |
Redireccionar los impuestos de envite y azar, y los de licores; a la regeneración de las víctimas del contorno alcohólico y ludópata. Las instituciones afines a la salud deben ser las contraloras de los apoyos de estos programas sociales y donativos, encargados de: Protección del afectado, de su regeneración y reinserción social, de restaurar infraestructuras que sean de apoyo a su rehabilitación, para rembolsar al máximo grado el deterioro producto de su desacertadas decisiones, no tan solo en la fase Terminal, sino también para invertir y presentar un camino más encantador a la juventud y adultos.
Revisar la verdadera intención de la ley seca, como forma engañosa de perjudicar locales acondicionados y supervisados para estos menesteres y sembrar la clandestinidad a través de las familias de menos recursos, especialmente con la implicación de menores, acentuándose el deterioro y la crisis de las células fundamentales más deprimidas y mayoritarias del país.
Lograr el acceso general a la justicia y la invulnerabilidad e integridad de la familia, la subordinación de la libertad a la responsabilidad.
Vedar al Ejecutivo poderes genéricos, figurados como leyes habilitantes o especie de poder constituyente oculto, que puedan revertir leyes vigentes y contratos establecidos.
La igualdad de cada ciudadano ante la ley y la libertad de conciencia deben ser proclamadas como principios irrenunciables para cada persona y que el Estado de Derecho debe conservar y defender. |