Los sucesos del presente son consecuencia de los hechos y las responsabilidades contraídas en el pasado. Con esta premisa podemos determinar y cambiar sensatamente el futuro. A través de las estadísticas, la ciencia investiga esta área. Pero excepcionalmente en la historia encontramos a quienes han vaticinado con ciertas precisiones el porvenir y
a los que acertadamente hemos llamado visionarios o profetas.
La profecía es una ciencia matemática, inexplorada profesionalmente en la actualidad. En la época bíblica de Elías y Eliseo, se menciona la escuela de los profetas, donde se estudiaban exhaustivamente los sucesos históricos y se anotaban detalladamente las crónicas, con el fin de pormenorizar con exactitud las contingencias del futuro. Inicialmente estos se combinaban con los fenómenos astronómicos, como fue el caso de los
Reyes Magos y la estrella de Belén, también profecías que incluían el oscurecimiento del sol en pleno día y de la luna llena en la noche, expresaban así lo que hoy llamamos eclipses.
La idolatría y otras desviaciones extremas, fueron las que provocaron la prohibición bíblica respecto a la comparación y estudio de estos fenómenos astronómicos con los hechos históricos. También es necesario tener en cuenta que la clave de interpretación del canon bíblico, era el carácter numérico de las palabras y de los mismos números. Toda la composición de la escritura desde el principio expresó este significado natural. Radicando allí, el enigma de la memorización y selección por parte de sus custodios.
Teniendo en cuenta estos someros e ineludibles elementos, no deberíamos pasar por alto el próximo 27 de febrero de 2006, en el cual convergirán los aniversarios de varios sucesos que se relacionan con la ciudad de Punto Fijo, y en los cuales concurre no casualmente la semana 323.000 de la cronología bíblica.
El próximo 27 de febrero es el aniversario número 36 de la ciudad de Punto Fijo, del estado Falcón, aquí en Venezuela. El número 36 caracteriza el orígen que despierta la capacidad visionaria y que prepara para la prosperidad. Se traduce en descubrir el camino de retorno en donde se encuentra nuestro reservorio. Sin desviarnos, es imprescindible destacar el inicio del próximo aniversario 37, que comenzaría a partir de esta fecha hasta el próximo 27 de febrero de 2007. El número 37 es el primo número trece, teniendo en cuenta al número 1 y 2 como primos, ya que también cumplen con la regla de los números primos, que debe ser igual para todos los números. El 13 y el 37, caracterizan lo sublime, lo alto, lo principal, el cetro de los reyes. Jesús de Nazaret era el número 13 del grupo apostólico.
A partir de este 27 de febrero de 2006, se avecinan acontecimientos nacionales y mundiales, donde se percibirá notablemente el protagonismo que tendrá la ciudad de Punto Fijo.
Estas conclusiones por si sólas, parecen exageradas. Pero cuando se vinculan con otros sucesos empiezan a tomar forma. El aniversario anterior es un hecho local, pero converge y se interrelaciona con dos aniversarios mas, que se encuentran en paralelismo numérico, uno nacional y el otro mundial. Son 17 años del 27 de febrero de 1989 ("el Caracazo") y 8 años del eclipse total del 26 de febrero de 1998, que también pasó por la ciudad de Punto Fijo y, la diferencia de un día se debe a su posición interpuesta entre los años bisiestos.
El número 17, es el octavo primo. De allí, el paralelismo numérico del "Caracazo" con el octavo aniversario de aquel eclipse solar. El número 8, caracteriza nuevos comienzos o reinicio. Bíblicamente, fueron 8 las personas que reiniciaron la repoblación mundial, después del diluvio universal. Al corroborar el significado del número 8 con la fisiología, la mujer tiene, externamente, 8 cavidades. La octava compone su aparato reproductor, en el que se originan las nuevas vidas. Este paralelismo numérico del 8 y del 17, se armoniza con el significado ya expuesto, del número 36, número del próximo aniversario de nuestra amada ciudad de Punto Fijo.
Tampoco es casualidad la concurrencia en la misma fecha de la
semana 323.000, según la Cronología Bíblica. Sin mayores detalles, el número 323 caracteriza el principio del fin de la prosperidad de lo que es falso y, el advenimiento de la Pascua, no efectuada, desde hace mucho tiempo (del hebreo "pasar de"). Puede decirse que a partir de este próximo 27 de febrero de 2006, habrá de iniciarse un tiempo de transición.
¡Preparémonos para el disfrute del renacimiento de nuestra ciudad, para lo
mejor de Venezuela y hasta del mundo...!
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